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Disnea en niños

Disnea en niños
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Mi hijo tiene dificultad para respirar ‘ es una consulta frecuente en pediatría. La dificultad para respirar es un aumento del esfuerzo para introducir o expulsar el aire de los pulmones, debido, generalmente, a una obstrucción a nivel de las vías respiratorias. Es la urgencia real más frecuente en los niños, por la cual se debe consultar siempre al pediatra.

 

¿Cuáles son las causas?

Las causas más frecuentes de dificultad respiratoria en los niños son las debidas a enfermedades que afectan a las vías respiratorias.

 

1. Causas respiratorias:

  • Enfermedades como el asma, bronquiolitis, laringitis y neumonía que producen obstrucción a la entrada del aire.
  • Infecciones o inflamaciones de las vías aéreas superiores, que provocan un crecimiento de las amígdalas y/o adenoides (vegetaciones), y que también pueden producir obstrucciones a nivel de la nariz. En los más pequeños, menores de 6 meses, la inflamación en la mucosa nasal por simples catarros de vías altas puede producir dificultad respiratoria.
  • El atragantamiento con un cuerpo extraño (frutos secos, botones, piezas pequeñas de juguetes…), aunque menos frecuente, también es causa de dificultad respiratoria.
  • Traumatismos o golpes importantes en la región torácica, pueden dificultar la respiración por lesión a nivel de los pulmones o costillas.

2. Causas no respiratorias:

  • En general son mucho menos frecuentes y pueden ir desde problemas psicológicos como crisis de ansiedad hasta enfermedades graves generalizadas o problemas del corazón.

¿Cómo se puede reconocer la dificultad respiratoria en niños?

La dificultad respiratoria se puede manifestar con los siguientes síntomas:

  1. Disnea: es la sensación de falta de aire. En el niño podemos notar que tiene que hacer muchas pausas al hablar, incluso entre cada palabra, para coger aire.
  2. Taquipnea: respiraciones más rápidas de lo habitual, coge aire muchas veces.
  3. Tos: según la causa de la misma tendrá diferentes características, hueca, irritativa etc. o, incluso, si el niño está muy fatigado puede ser muy débil o estar ausente.
  4. Tiraje: al aumentar el número de respiraciones aumenta el uso de los músculos que se emplean para respirar, y esto se refleja en que al niño se le marcan las costillas y se le hunde el hueco que hay encima del esternón al final del cuello, con cada respiración.
  5. Ruidos respiratorios: es el ruido que hace el aire al pasar por las vías respiratorias obstruidas, pueden ser sibilancias (pitidos) como en el asma o las bronquitis, ronquidos al dormir como en la obstrucción por hipertrofia de amígdalas y/o adenoides.
  6. Dolor torácico: el niño puede referir dolor en el pecho por tener una neumonía, por uso excesivo de los músculos respiratorios o tras sufrir un traumatismo.
  7. Cianosis: aparece cuando la dificultad respiratoria es ya muy importante y es el color azulado de los labios, manos o generalizado).
  8. Somnolencia: tendencia al sueño o disminución de la conciencia que se produce en situaciones más graves.

¿Cómo se diagnostica la dificultad respiratoria en niños?

El diagnóstico se realizará por los síntomas que presenta el niño y por su exploración física. Además el pediatra, en muchas ocasiones, medirá la saturación de oxígeno mediante un pulsioxímetro, que es un aparato que lee la concentración de oxígeno en la sangre del niño colocando una pinza o tirita en sus dedos de la mano o del pie. Además de reconocer la dificultad respiratoria, el pediatra determinará qué enfermedad la está produciendo.

En algunos casos, pero no siempre, será necesario realizar una radiografía de tórax para diagnosticar por ejemplo, una neumonía o un cuerpo extraño. Y en las causas de mayor gravedad, que son las menos frecuentes, puede ser preciso realizar más pruebas (electrocardiograma, analíticas etc.).

¿Cómo se trata?

El tratamiento será diferente según la causa que origine que tu hijo tiene dificultad para respirar y deberá estar indicado por el pediatra o el médico y de la manera más inmediata posible. Solamente en los casos en los que el niño tenga una enfermedad crónica ya conocida y se conozca la medicación necesaria porque haya tenido más episodios similares, como por ejemplo en los niños con asma, el tratamiento se podrá iniciar en casa, sin consultar previamente con su pediatra, solicitando atención inmediata sin no mejora o empeora.

 

hijo tiene dificultad para respirar

Foto: Inhalador vía Shutterstock

 

Entre los tratamientos utilizados en estas situaciones se encuentran:

  • Broncodilatadores: son unos medicamentos que ayudan a abrir la vía aérea y a mejorar la entrada y salida del aire a los pulmones. Se administran por vía inhalatoria mediante cámaras con mascarilla por las que respira el niño o bien nebulizados con oxígeno.
  • Oxígeno: se emplea en casos de dificultad respiratoria grave con disminución de la concentración del mismo en la sangre. Se administra en niños hospitalizados por vía inhalada mediante una mascarilla o gafas nasales.
  • Antibióticos: solamente se deben utilizar si han sido indicados por su pediatra, ya que en la mayoría de las causas que producen dificultad respiratoria no son necesarios. Sí serán utilizados en los casos de neumonía.
  • Otros fármacos: según la causa, en crisis de ansiedad se pueden administrar medicamentos sedantes, en laringitis y bronquios se pueden precisar corticoides para ayudar a disminuir la inflamación, etc.

 

Aparte de los fármacos que pueda precisar tu hijo si presenta un cuadro de obstrucción de vías altas por bronquiolitis o asma, debes seguir estas recomendaciones:

  • Evitar la exposición del niño al humo del tabaco.
  • Evitar los ambientes cargados como bares, centros comerciales etc.
  • Mantener en casa un ambiente de humedad adecuado.
  • Ponerlo en posición semiincorporada y boca arriba par adormir.
  • Mantener sus fosas nasales bien despejadas, realizando lavados nasales si precisa.

¿Cuándo consultar con el pediatra si mi hijo tiene dificultad para respirar ?

Si tu hijo tiene dificultad para respirar se trata de una urgencia real, es decir, si no recibe un tratamiento  puede presentar problemas importantes de salud. Por esta razón, siempre que un niño presente dificultad respiratoria debe ser visto por un pediatra o médico y se debe acudir de forma inmediata cuando:

  • Sea la primera vez que presente este síntoma, sin tener en cuenta la causa del mismo.
  • Si tiene una enfermedad respiratoria crónica conocida, como el asma, y presenta dificultad respiratoria intensa, debe consultar de inmediato y hasta disponer de la asistencia sanitaria administrarle los fármacos broncodilatadores que use habitualmente.
  • Si está en tratamiento ya por un proceso que le ocasiona dificultad respiratoria, pero no presenta mejoría o empeora.
  • Si tiene una enfermedad crónica conocida no respiratoria, como diabetes o problemas del corazón, y presenta dificultad respiratoria.

 

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