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Regulación emocional en niños

La enseñanza de la regulación emocional en niños es una asignatura pendiente tanto en las aulas como en los hogares . Y es que al igual que los niños aprenden matemáticas, lengua, buenos modales o a colocar su habitación también es necesario enseñarles estrategias de regulación emocional, ya que, en la mayoría de as ocasiones utilizan técnicas poco eficaces para manejar las emociones y éstas les pueden llegar a desbordar.

regulación emocional en niños (1)

Foto de regulación emocional en niños de Shutterstock

 

¿Cómo es la regulación emocional en niños?

La regulación emocional es la capacidad de dirigir y manejar las emociones tanto positivas como negativas de forma eficaz. 

Para poder tener una buena regulación emocional es necesario saber identificar y percibir las emociones de forma adecuada en uno mismo y en los demás. Pero no sólo eso, supone además ser capaz de percibir y sentir nuestro estado emocional pero sin ser avasallado por él, manteniendo intacta nuestra capacidad de razonar.

Los niños están aprendiendo a identificar y diferenciar las emociones, por lo que es comprensible que encuentren muchas dificultades para regularlas.

Por eso los adultos, deberemos acompañarles en este proceso para en un primer momento ayudarles a identificar, para luego asimilar, comprender y regular las emociones.

Es importante saber que sentir las emociones es inevitable, pero que si que podemos aprender a manejar nuestros estados emocionales. Y que aunque no podamos evitar sentir una emoción siempre podemos elegir lo que hacer con ella, y por ejemplo decidir que si nos sentimos enfadados vamos a descargar nuestro enfado haciendo deporte, dando una vuelta, o por el contrario lo usaremos contra nosotros mismos o contra los demás.

La expresión de las emociones

Existe una gran diferencia entre saber manejar una emoción a reprimirla. Ya que las emociones es bueno regularlas pero no suprimirlas.

Para un adecuado bienestar emocional es necesario aprender a expresar las emociones de manera adecuada pero nunca reprimirlas. Al niño hay que explicarle cómo hacerlo y enseñarle también con nuestro ejemplo.

Hay que manifestar las emociones  pero siempre teniendo en cuenta la situación, el momento, las personas presentes y el lugar, adaptándonos a las distintas situaciones. Los más pequeños tendrán que aprender a decir como se sienten de manera adecuada, ya que no es algo que se nazca sabiendo y necesitarán un buen modelo al que imitar. Así que le tendremos que mostrar con nuestro ejemplo e indicar como debe decir que está enfadado, como debe reaccionar, qué decir, como actuar, etc.

¿Qué provoca nuestras emociones?

Ante una misma situación, las personas podemos sentirnos y reaccionar de maneras muy diferentes. Y es que, lo que nos pasa no es lo que nos afecta, sino la interpretación que hacemos sobre lo que nos sucede, nuestros pensamientos o lo que nos decimos a nosotros mismos. Así que enseñar a los niños a tener pensamientos más positivos, les puede ayudar a afrontar mejor los problemas que les van surgiendo en la vida.

Se le puede mostrar al niño, a través de ejemplos de distintas situaciones, como influyen sus pensamientos en sus sentimientos y en cómo actuará a continuación. Se le pueden plantear situaciones como la siguiente : Si vas al parque y antes de acercarte a ningún niño piensas «Nadie quiere jugar conmigo», seguramente te sentirás triste y ni siquiera te acercarás a preguntar a los demás si les apetece jugar, en cambio si te dices «Voy a jugar con esos niños», te sentirás mejor y tendrás más oportunidades de jugar con los demás.

Plantear al niño distintas situaciones y hacer preguntas para que él mismo reflexione, le puede ir ayudando a comprender que cambiando sus pensamientos puede transformar sus emociones y que esto influirá en las decisiones que tome sobre como actuar , pudiendo cambiar lo que suceda a continuación.

 

Regular las emociones

Los niños todavía desconocen qué estrategias concretas les pueden ayudar a manejar distintas emociones, por lo que es bueno que se le vayan enseñando.

Ejemplos de como actuar ante algunas de las emociones que más pueden afectar a los más pequeños serían:

  • Ante la tristeza: transmitirle al niño que para sentirse mejor es bueno hablar de cómo se siente con los demás, que le puede ayudar dibujar lo que siente y luego buscar las cosas positivas que tiene en su vida,…
  • Ante la ira: explicarle que es importante pararse y tomarse un tiempo para pensar antes de  actuar, respirar profundamente, hablar con la persona que le ha ofendido pero cuando se encuentre más tranquilo y siempre sin gritar o insultar, pedir ayuda de un adulto, etc.
  • Ante el miedo: es importante que hable de su miedo con un adulto, dibujarlo, aceptarlo, afrontarlo poco a poco con la ayuda de un adulto,…

Cuando las emociones son demasiado intensas

Hay distintas técnicas que pueden ayudar al niño cuando siente emociones de manera demasiado intensa para que pueda disminuirlas, una de ellas es realizar actividades alternativas.

Se puede animar al niño a pensar actividades que le ayudan a disminuir el enfado, la ansiedad o la tristeza para luego utilizarlas dependiendo de la situación, como pueden ser: jugar, hacer ejercicio, escuchar música, bailar, estar un rato solo tranquilo en su habitación,  respirar profundamente, contar hasta 10, hablar con un amigo, imaginar algo agradable, etc.

 

Como habéis podido comprobar, es muy importante que el niño adquiera una buena regulación emocional, ya que esta se encuentra relacionada con unas mejores relaciones sociales y un mayor bienestar subjetivo.

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