A nuestros hijos les encanta jugar, saltar, correr… y si es al aire libre ya sea en el parque, en la piscina o en el campo, lo disfrutan mucho más. Con la llegada del buen tiempo podemos estar más fuera de casa y disfrutar de los efectos beneficiosos del sol (acción antidepresiva, ayuda a la formación de la vitamina D y ayuda a mejorar algunas patologías de la piel). Sin embargo una inadecuada exposición al sol puede producir eritema, quemaduras, envejecimiento y trastornos cutáneos que favorecen la aparición del cáncer de piel. Los niños son más vulnerables a la exposición solar y además corren riesgo de deshidratarse. Los efectos del sol sobre la piel son acumulativos, por lo que la protección solar infantil tiene gran importancia.
TIPOS DE PIEL
La piel se clasifica en 6 tipos diferentes según el color de la misma antes de la exposición:
Tipo I, II Y III: Color blanco, son pieles sensibles que se suelen quemar con la exposición al sol.
Tipo IV: Color moreno débil, piel moderadamente sensible, se broncea y puede sufrir quemaduras.
Tipo V: Color moreno, piel mínimamente sensible, bronceado intenso y rara vez se quema.
Tipo VI: Color marrón oscuro o negro, piel insensible, bronceado profundo y nunca se quema.
ADVERTENCIAS FRENTE AL SOL
- Evita la exposición al sol en las horas centrales del día, desde las 11-12h de la mañana hasta las 4h de la tarde (mayor pico de rayos UV).
- Procura que la exposición sea gradual, sobre todo los primeros días (cuando se acerca el verano puedes empezar por exponer a tu hijo al sol 20 minutos al día e ir aumentando el margen lenta y progresivamente; así cuando llegue el momento de ir a la playa o a la piscina estará preparado).
- Los bebés menores de 6 meses no deben exponerse nunca a los rayos directos del sol, debes mantenerlos protegidos y a la sombra.
- En los días nublados no te fíes, ya que el riesgo de quemadura sigue existiendo porque los rayos UV atraviesan las nubes.
- Con la altura, la intensidad de la radiación solar se incrementa (en torno a un 4% cada 300m), así que no te olvides la protección solar si vas a la montaña.
- La nieve, la arena, el agua y la hierba son superficies que reflejan la radiación solar y aumentan el efecto de la exposición al sol.
- Los síntomas de la quemadura solar no se empiezan a notar hasta dos ó cuatro horas después de la exposición, así que no te confíes en exceso si no aprecias inicialmente enrojecimiento en la piel.
- Evita el uso de colonias o perfumes y el uso de productos y fármacos fotosensibilizantes antes de exponerte al sol, ya que pueden provocar la aparición de manchas en la piel.
Foto: Marisali (Flickr)
MÉTODOS PARA PROTEGER LA PIEL DEL SOL
- Usar ropa protectora, camiseta, pantalones y gorro o sombrero con ala ancha para proteger ojos y orejas.
- Los ojos se deben proteger. Utiliza gafas de calidad que cubran el 100% de la radiación UV, en el mercado existe una amplia gama y diferentes modelos para los más pequeños.
- Aplica crema de protección solar por toda la piel de tus hijos antes de cualquier salida al aire libre. Sigue estos consejos de aplicación para asegurarte un efecto de protección correcto:
1. Debes aplicar el fotoprotector en casa, sobre la piel limpia y seca y al menos 30 minutos antes de la exposición solar. Esto, además de mejorar la protección, seguro que te resultará más cómodo, ya que cuando vas a la playa, por lo menos en mi caso, por más que les digo a mis hijas que no se sienten en la arena hasta que les de la crema solar, no me suelen hacer caso, así que, aplicar la crema sobre la piel llena de arena, resulta una aventura.
2. Se generosa aplicando la crema en cantidad suficiente por todo el cuerpo (según estudios 2mg/cm2). Y sigue un orden, por ejemplo desde la cabeza hasta los pies, para que no se te olvide nada.
3. Debes usar, para tus hijos, siempre cremas con un factor de protección superior a 15 y de 25 ó 30 si el niño es de piel clara. Yo te recomiendo que los primeros años de vida apuestes siempre por las de 25 ó 30 y en este caso, si es más, mejor. No creas que por tener una protección tan alta te va a costar más aplicarlas. Hoy en día existen diferentes tipos de fotoprotectores, en crema, en loción, en espuma, en spray…; ésta última es la que yo utilizo habitualmente con mis hijas y resulta muy cómoda y rápida de aplicar, lo cual es fundamental para que se dejen dar la protección solar sin demasiados problemas.
4. Para mantener la protección debes repetir con frecuencia la aplicación, cada hora de exposición solar o tras salir del agua.
5. Son muy recomendables aquellas cremas resistentes al agua ya que no se dejan arrastrar por ésta o por la sudoración y pueden resistir mejor la gran actividad de nuestros hijos dentro y fuera del baño.
6. Tras la exposición al sol, aplica sobre la piel una crema hidratante, para reponer el agua perdida por el efecto de las radiaciones solares.
¿Qué te ha parecido este artículo? Danos tu opinión acerca de este tema. ¿Qué factor de protección utilizas para tus hijos? ¿Se dejan dar la protección solar?
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