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Viaje con niños a Suecia

Hace unos veranos tuvimos la suerte de hacer un viaje con nuestras hijas a Suecia. Un viaje con niños a esas distancias no es nada sencillo como imaginaréis, pero no se nos dio nada mal.

La experiencia no pudo ser mejor, claro que parte del problema lo teníamos solucionado, ya que íbamos a casa de unos amigos, y el inconveniente del idioma estaba salvado.

Preparar el viaje a Suecia

Para hacer un viaje con hijos a Suecia hay que tener en cuenta una serie de cuestiones:

– Que alguien domine el inglés, ya que en Suecia prácticamente la totalidad de la población habla inglés (y si domináis el sueco pues mejor, aunque no creo que sea el caso)

– La época del año en que se viaja, y no solo por el clima, que es muy importante claro está, si no por las horas de luz y de oscuridad que también influyen y mucho.

– La zona de Suecia a la que se viaja, no es lo mismo el norte que el sur, tanto por el clima como por la luz.

– El número de horas de viaje, ya que dependiendo de la ciudad donde vivís, a dónde viajéis… os llevará más o menos llegar al destino.

– La moneda: en Suecia no usan el euro, sino la corona sueca, así que podéis tirar de tarjeta, pero necesitaréis llevar algo de dinero cambiado por si acaso.

Nosotros fuimos a finales de junio, con lo que el tiempo no fue mal del todo. Para que os hagáis una idea, tuvimos unos 20 grados de media, lo único que de los 10 días que fuimos nos llovió 3, que según que zonas, puede ser lo normal.

El tiempo por lo tanto fue bueno y estuvimos en la parte centro-sur del país, en una ciudad llamada Trollhättan (la ciudad de los trols).

Una cosa que sí debéis tener en cuenta si hacéis un viaje con niños a Suecia, son las horas de luz, que pueden modificar vuestros planes en función de la edad de vuestros peques. A finales de junio, cuando fuimos nosotros, y en la zona en la que estábamos, a las 11 de la noche era de día, la noche no llegaba a ser cerrada del todo, y a eso de las 4-4,30 de la madrugada el sol estaba ya despierto, y claro, nuestras hijas los primeros días también. ¿Y porqué? Pues porqué como en muchos países del centro y norte de Europa, no utilizan persianas cerradas en las ventanas, y tampoco en los hoteles, con lo que la cantidad de luz que entra es importante.

Y os prevengo, porque siempre os podéis llevar antifaces u otros inventos para que podáis descansar.

Al margen de estas cuestiones, que siempre conviene saber, Suecia es un país espectacular en cuanto a sus paisajes. Nosotros tuvimos la fortuna de haber ido también 10 años antes y de haber conocido Estocolmo (precioso), y Göteborg (la segunda ciudad del país).

En esta ocasión íbamos con 5 niños y nos íbamos a centrar más en ocio en familia, no tanto de visitas culturales.

Qué vimos en Suecia

La visita a Suecia fue intensa, no paramos ni un solo día de hacer excursiones y salidas, y estuvo muy bien.

Empezamos por una visita a la costa occidental para ver los fiordos suecos. Nada tienen que ver con los noruegos, más escarpados, altos y espectaculares, pero son preciosos. Con el mar al en calma y al alcance de la mano, las peques no se aguantaron y se quitaron zapatos y pantalón y a mojarse las piernas. Antes habíamos disfrutado de una deliciosa comida con ahumados incluidos en un bufet libre, en un hotel SPA llamado Vann SPA, que merece la pena, ya que las vistas desde el comedor al fiordo son increíbles.

fiordo-sueco

Hicimos un par de visitas a Göteborg para que  los peques se lo pasaran en grande: una a Liseberg, el parque de atracciones más grande de toda Escandinavia, fenomenalmente preparado para niños y familias, y otra a Universeum, un museo de ciencias con oceanario incluido, que tenía encima distintas exposiciones interactivas, una de ellas de dinosaurios, otra del espacio, otra de los sentidos… donde gozaron!

Tuvimos la suerte de coincidir allí en unas fechas donde los suecos celebran el Midsomar, la gran fiesta sueca en la que celebran, la noche de San Juan, una fiesta dedicada a la fertilidad, y que su antigüedad se remonta a la época de los Vikingos. Curiosa es decir poco, se celebra en distintos sitios, pero hay un sitio emblemático con un entorno increíble de castillo y paisajes, en Läckö slott (en la región de Lidköping) donde se juntan para bailar, escuchar música y levantar el Midsommarstång, un símbolo hecho con madera y adornado con un montón de flores, alrededor del cual bailan y cantan.

middsommar     lackjo

El Midsomar se relaciona típicamente con las patatas nuevas (färskpotatis) que se suelen servir con eneldo (dill). El menú típico consta de:
– arenque (sill)
– crema agria (gräddfil)
– cebolleta (gräslök)
– patatas nuevas (färskpotatis)
– fresas (jordgubbar) como postre

También tuvimos la suerte de pasear por un pueblo costero precioso, y disfrutar de unas vistas increíbles, Smögen, que si tenéis oportunidad merece la pena alargarse y verlo, pasear por el puerto, ver las típicas casas del puerto, etc.

smogen

Y otro día estuvimos bañándonos en el lago central de Suecia, que es prácticamente como un mar, pero ideal para peques ya que está en calma, y además hay que adentrarse muchísimo para que cubra, con lo que los padres podemos estar algo más tranquilos. El lago se llama Vänern.

lago-suecia

Impresiones del viaje con niños a Suecia

Como  todo, Suecia tiene partes buenas y otras menos buenas. Para viajar en familia creo que es ideal, ya que tiene un montón de naturaleza para disfrutar, de sitios que ver, todo muy preparado para las familias, son muy educados y te atienden estupendamente…

Los inconvenientes, como ya dije, el viaje es largo, el idioma, el clima (hay que tener muy en cuenta la época del año, aunque si se va unos días la nieve y el frío también tienen su encanto), las horas de luz y el cambio de moneda.

Un viaje con niños muy aconsejable para aprender y empaparse de otra cultura completamente distinta, con costumbres diferentes, un carácter distinto, pero donde tus peques se lo pasarán genial seguro.

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