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Toxoplasmosis en el embarazo

Toxoplasmosis en el embarazo
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Antes de quedarte embarazada o, si ya lo estás, debes conocer si has pasado la toxoplasmosis. En el caso de que no sea así deberás llevar a cabo una serie de sencillas medidas para evitar la enfermedad que podría perjudicar a tu bebé.

¿Qué es la toxoplasmosis?

Es una infección ocasionada por un parásito microscópico denominado toxoplasma gondii. Aunque la toxoplasmosis es generalmente una enfermedad leve, que genera unos síntomas parecidos a los del resfriado común (fiebre, dolor de cabeza, adenopatías et.), es peligrosa durante el embarazo ya que, en ocasiones, el parásito puede infectar la placenta y al bebé.

La cantidad de bebés que nacen con toxoplasmosis (conocida como “toxoplasmosis congénita”) es relativamente pequeña. Sin embargo, la infección puede tener efectos devastadores y causar el nacimiento de un bebé sin vida o daños a largo plazo. Por suerte, puedes hacer muchas cosas para evitar infectarte.

toxoplasmosis

¿Cómo sabré si he pasado la toxoplasmosis?

Dado que la infección por toxoplasma puede pasar inadvertida, es necesario realizar un análisis de sangre para descubrir si has padecido o no esta enfermedad. Esta sencilla prueba revelará si tienes anticuerpos contra el toxoplasma que indican inmunidad (Ig G), es decir que ya has pasado la enfermedad, o bien, anticuerpos que indican infección reciente por toxoplasma (Ig M).

Si el resultado es negativo, quiere decir que no has estado infectada por el toxoplasma y que por tanto puedes contraer la enfermedad durante el embarazo, por lo que tendrás que seguir unas medidas para evitar la infección y además deberás realizarte más controles analíticos durante el embarazo.

¿Qué posibilidades tengo de contraer toxoplasmosis e infectar a mi bebé?

Según algunas estadísticas sólo alrededor del 15 por ciento de las mujeres en edad fértil son inmunes a la toxoplasmosis (es decir, no pueden contagiarse). Por lo tanto, a menos que tengas la certeza de que eres inmune, deberías tomar las medidas adecuadas para evitar esta infección. Por suerte, son relativamente pocas las mujeres que contraen la enfermedad durante el embarazo y no todas transmiten la infección a sus bebés.

Si te infectas con toxoplasmosis durante el primer trimestre, el riesgo de que tu bebé también se infecte es de aproximadamente el 15 por ciento. El riesgo aumenta a alrededor del 30 por ciento si contraes la infección durante el segundo trimestre y al 60 por ciento durante el tercero. Aunque si se produce la infección, las lesiones más severas se producen en el primer trimestre y después del tercer trimestre la afectación del feto es menos grave.

toxoplasmosis

¿Cómo se transmite la toxoplasmosis?

Algunos expertos creen que alrededor del 50 por ciento de las infecciones de toxoplasmosis se producen por comer carne infectada cruda o poco cocinada. No obstante, también se puede contraer el parásito de otras formas, como por ejemplo, al comer productos contaminados sin lavar, beber agua contaminada, o manipular tierra, arena para gatos o carne que estén infectadas y después tocarse la boca, la nariz o los ojos.

La toxoplasmosis no se puede transmitir de persona a persona, salvo en el caso de la transmisión de madre a hijo durante el embarazo o a través de una transfusión de sangre infectada o de un transplante de un órgano de una persona infectada.

¿Cómo evitar la toxoplasmosis?

• Cocinar bien la carne, hasta que desaparezca el color rosado del medio. No probar carne cruda, curada en sal, ahumada o sin cocinar. El parásito se destruye a temperaturas superiores a los 65-70ºC, así que debes cocer los alimentos por encima de esa temperatura. También se puede optar por congelar los alimentos por debajo de los -20ºC durante, al menos 24 horas, tal y como indica la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia.

• Lavar con agua caliente y jabón las encimeras de la cocina, las tablas de cortar, los platos, los utensilios de cocina y las propias manos después de que hayan estado en contacto con carnes, aves o mariscos crudos.

• No beber leche que no esté pasteurizada o productos hechos con leche no pasteurizada y evitar comer huevos crudos.

• Lavar o pelar las frutas y las verduras antes de consumirlas.

• Evitar el agua contaminada. Utiliza agua envasada cuando vayas de acampada o viajes a países en vías de desarrollo.

• Evitar el contacto con los gatos.

• Si tienes un gato, haz que otra persona limpie su caja de arena, ya que sus heces pueden contener el parásito, y la desinfecte periódicamente.

• Para evitar que tu gato se infecte mientras estás embarazada, aliméntalo con comida especial para gatos o con restos de comida bien cocidos, nunca con carne cruda o poco hecha. Mantenlo dentro de tu casa, de manera que no cace presas que puedan estar infectadas, como por ejemplo, ratones o pájaros.

• Mantén al gato lejos de las encimeras de la cocina y de la mesa en donde comes.

• Si bien es poco probable que el gato tenga parásitos en el pelo, es aconsejable que te laves las manos después de jugar con él, especialmente antes de comer.

• Evita trabajar en el jardín y el contacto con la arena.

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