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Conoce lo que es el TOC en los niños

Sepamos qué es el TOC

El TOC o trastorno obsesivo compulsivo es un trastorno de la ansiedad, en el que lo más característico es el tener obsesiones o compulsiones o ambas cosas a la vez:

Compulsiones: se llaman compulsiones a los comportamientos repetitivos como ordenar cosas, lavarse repetidamente las manos, apagar y encender la luz… o bien acciones mentales como rezar, contar, recitar… que el niño se siente obligado a realizar en respuesta a una obsesión que tiene. Estas compulsiones cumplen la función de reducir o aliviar el estrés que provocan las obsesiones o bien evitar que “pase algo malo”, aunque suelen ser acciones excesivas o no relacionadas con la obsesión.

Obsesiones: son imágenes mentales que tiene el niño o impulsos de forma recurrente, vuelven una y otra vez, y no puede evitar que aparezcan. Estas obsesiones le producen bastante ansiedad y en muchas ocasiones reconoce que son imaginarias, no reales, e intenta suprimirlas o ignorarlas.

 

¡Sonríe!Creative Commons License Andrés Ricardo Sáenz López via Compfight

El origen del TOC

Por desgracia, aun no está bien establecido, aunque los expertos piensan que puede deberse a una alteración de la serotonina (neurotransmisor nervioso) y también por causas autoinmunes (en periodos posteriores a infecciones de garganta, también se han descrito brotes de TOC).

Características del TOC en niños y adolescentes

Veamos ahora cuáles son las compulsiones y las obsesiones que más se producen en los niños y adolescentes:

Compulsiones:

– Tocar (en general).
– Repetir algo hasta que sale bien (el 51% de niños).
– Asegurarse de cosas (hasta el 41% de los niños).
– Ordenar.
– Contar objetos hasta un número determinado.
– Necesidad de lavarse (sobre todo manos, más del 85% de los niños).
– Rezar.
– Acumular de todo sin tirar nada.

Obsesiones:

– Escrupulosidad excesiva.
– Necesidad de que todo sea simétrico o igual.
– Temor a causar daño o a que otros les pase algo (padres, familiares, hermanos…)
– Ideas de contenido sexual o agresivas.
– Temor a ensuciarse o contaminarse.

Una cuestión previa que debemos tener en cuenta es que los rituales en niños de hasta 10 años, son habituales y normales, no son TOC. Usan rituales para dormir, para ir al baño, para comer… pero son completamente normales y que les ayudan a organizar su tiempo y a llevar a cabo sus rutinas. Si con la edad no desaparecen pueden empezar a considerarse un problema. Pero se deben distinguir estos rituales de la rigidez de las compulsiones del TOC, que son patológicas.

En los niños suele empezar entre los 7 y los 10 años, y es algo que les causa mucha ansiedad y vergüenza, sobre todo en el ámbito escolar, donde sus relaciones sociales se ven alteradas por estos conductas y pensamientos. A pesar de sus esfuerzos, no pueden controlar las compulsiones, por ello es conveniente buscar ayuda de un psicólogo especialista.

En muchas ocasiones el TOC no se diagnostica o sí, pero está mal tratado. En otras ocasiones es observado por los padres como algo normal, “son manías del niño”, y, lejos de esto, si no se trata adecuadamente, será un problema que arrastre el resto de su vida.

 Tratamiento del TOC en niños

El mejor tratamiento para los niños y adolescentes con TOC es la combinación de psicofármacos antidepresivos (ISRS, inhibidores de la recaptación de la serotonina, como la fluoxetina, fluvoxamina, setralina o paroxetina) con terapia psicológica cognitivo-conductual (Exposición y Prevención de Respuesta). También si es un brote posterior a una infección por estreptococos, se pueden usar antibióticos, siempre bajo indicación médica.

La terapia de Exposición y Prevención de Respuesta consiste en que el niño aprende a reconocer los síntomas previos a la aparición de las obsesiones, aprenda a entenderlos como absurdos y poco a poco a resistir las compulsiones. Pero se realiza exponiendo el niño a aquellos estímulos que pueden llegar a producir la aparición de la obsesión y la posterior compulsión, con el fin de provocarlos y usar técnicas de relajación y de distracción para evitar que realmente se produzcan.

En el TOC es imprescindible la colaboración de los padres y del resto de la familia para lograr el control del problema. Primero, reconociendo toda la familia que puede existir este problema en el menor y llevando al niño al psicólogo y segundo, practicando ejercicios con el menor en casa que serán conducidos y revisados por el especialista.

 

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