Muchos españoles hemos oído nombrar por primera vez este año al que se puede considerar el premio Nobel de Educación, el The Global Teacher Prize, gracias a que César Bona, un maestro zaragozano fue seleccionado como unos de los 50 finalistas de todo el mundo.
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El Global Teacher Prize es un premio anual dotado con un millón de dólares pensado para homenajear a los mejores profesores del mundo, aquellos que a través de prácticas innovadoras preparan a sus alumnos de forma global fomentando su motivación por aprender y comparten sus ideas con la comunidad para difundir sus modelos educativos e inspirar a otros docentes.
Este premio se entregó el pasado 15 de marzo durante el Foro Global de la Educación y las Competencias celebrado en Dubai, siendo la ganadora una docente y pedagoga estadounidense Nancie Atwell, que destacó por su labor fomentando la lectura y la libertad del alumno a tomar sus propias decisiones.
Aunque finalmente el español César Bona no ha sido recompensado con este premio, si que ha visto reconocida su labor docente y, lo que es más importante, su nominación ha servido para destacar una figura esencial para la sociedad, como es la del docente, tan infravalorada en nuestro país.
En España, hay cada vez más maestros, que como César Bona intentan ayudar a los niños a que sean mejores personas, a la vez que estimulan su creatividad y sus ganas de aprender. Todos los integrantes de la sociedad tenemos el deber de participar y colaborar en esta tarea esencial, siendo una parte fundamental de la misma si somos padres.
César entiende que la misión de un docente pasa por transmitir unos valores a los niños, educar sus emociones, fomentar su curiosidad y ganas de aprender y no limitarse únicamente a difundir contenidos. En sus clases los libros son sólo una herramienta más, que en ocasiones utiliza, pero que no son el vehículo primordial de transmisión del conocimiento, sino que se ayuda de todo lo que está a su alcance teniendo en cuenta los intereses de los niños.
Este maestro utiliza diversidad de métodos para que los niños aprendan, desde obras de teatro, realización de cortos, la música, etc. todo aquello que su imaginación y el conocimiento de cada alumno le inspiran; dando importancia a que aprendan a hablar en público y a estimular su creatividad.
César a trabajado en distintos destinos dejando su impronta en todos ellos, desde su primer destino en Zaragoza en un barrio multicultural donde había pequeños que a los 10 años todavía no sabían leer y a los que consiguió implicar gracias a la música(uno de los niños le enseñó a tocar el cajón flamenco); sus películas y documentales rodados por los niños en Bureta recibiendo premios por ello, la protectora de animales virtual que crearon los alumnos de Muel que ha llegado a convertirse en una potente red mundial que amadrina Jane Goodall, la famosa primatóloga y otros muchos proyectos que va implantando día a día en sus clases.
Un gran maestro, que inspira tanto a docentes como a otros miembros de la comunidad. Esperamos que se empiecen a conocer y difundir otras experiencias como esta.