¿CÓMO ES EL PROCESO?

Tras el parto y la onfalotomía (corte del cordón umbilical), una cantidad pequeña de sangre se queda retenida en el cordón umbilical. Esta sangre, rica en células madre, se ha venido tratando durante miles de años como material de desecho, hasta que la Ciencia desveló sus enormes posibilidades e hizo posible su conservación.

En el hospital, el ginecólogo o la matrona pinchan el cordón y realizan la extracción de la sangre utilizando el kit de recogida que los padres han recibido previamente de la compañía especializada con la que han contratado el servicio. Es un proceso rápido, sencillo y totalmente indoloro. En pocos minutos se obtiene la sangre y el personal sanitario la coloca en un envase especial para transporte. Este recipiente es recogido en el hospital por un técnico de la compañía, que se cerciora de que todos los protocolos se han completado y traslada la muestra al aeropuerto.

Imagen – Extracción de la sangre del cordón

Imagen – Envase especial para el transporte de la sangre del cordón

Procesamiento de la sangre: alta tecnología y trabajo analítico.

Si bien la conservación en frío de la sangre del cordón umbilical es un cometido que exige tecnología avanzada, la preparación exige un trabajo manual preciso. Después de pasar los primeros controles, la sangre se procesa en condiciones de esterilidad en un laboratorio que dispone de acreditación oficial. Protegida mediante un estuche metálico especial, se enfría cuidadosamente en un congelador automático, y a continuación se almacena en un tanque frigorífico que no precisa corriente a −190 °C.

Imagen – Bolsa de sangre preparada para la congelación

Paralelamente comienzan las complejas inspecciones de control que derivarán en la certificación oficial de que esa sangre podrá, si es preciso, ser utilizada con fines terapéuticos.

Imagen – Análisis de la sangre del cordón umbilical

Imagen – Laboratorio de Vita 34 en el que se procesan las muestras

PARA QUÉ ESTÁN SIRVIENDO YA ACTUALMENTE LAS CÉLULAS MADRE.

Crecimiento frenético de la demanda.

Desde hace más de 50 años se emplean células madre en el tratamiento de patologías graves, sobre todo en caso de cáncer o de enfermedades de la sangre. Cada vez son más las personas afectadas, muchas de ellas niños. Sólo en Europa más de 30.000 enfermos reciben anualmente tratamiento con células madre. Pero en enfermedades aún más frecuentes, como la diabetes, los problemas de articulaciones o cartílagos y las dolencias cardiocirculatorias, la terapia con células madre ofrece un potencial aún mayor. Sólo para el tratamiento de enfermedades cardiocirculatorias, los expertos cuentan con que, en el futuro, 1 de cada 7 personas menores de 70 años necesitará sus células madre.

Piel nueva, cartílago nuevo, órganos nuevos.

Mucho de lo que hace un decenio parecía utópico, hoy ya es una realidad. Es el caso de la medicina regenerativa, que a partir de células del propio cuerpo ya genera piel y cartílago nuevo. Gracias a las células madre ya se está desarrollando incluso la reconstrucción de órganos.

Cada vez hay más niños que se benefician de ello.

Para muchos niños, una terapia con células madre significa la oportunidad de vivir una nueva vida y les libera a ellos y a sus padres de los grandes trastornos que suponen las enfermedades graves. Partiendo de células madre, universidades alemanas y suizas han logrado con éxito desarrollar válvulas coronarias que van creciendo con el cuerpo. Varios niños viven ya con una de estas válvulas nuevas. También en caso de lesiones cerebrales infantiles tempranas y de diabetes de tipo 1 se han aplicado ya con éxito células madre. En los EE.UU. ya hay varios niños con vejigas urinarias elaboradas a partir de células madre.

Terapia con células madre en casos de apoplejía, Alzheimer, enfermedad de parkinson…

Las células madre no lo curan todo. No son útiles, por ejemplo, en las enfermedades psíquicas ni en los trastornos funcionales, pero su potencial no deja por ello de ser asombroso: en animales, los investigadores han demostrado que pueden reducirse las lesiones del cerebro y de los nervios gracias a las células madre. Para los científicos, este conocimiento es un primer paso en el desarrollo de terapias con células madre en humanos que hayan sufrido un ataque de apoplejía, o una parálisis parcial tras un accidente, o que padezcan enfermedades propias de la vejez, como el mal de Alzheimer o el párkinson.

… y en muchas enfermedades más.

Actualmente se está investigando en estudios clínicos la manera de tratar con células madre los infartos de miocardio, la diabetes o la incontinencia. Y usando células madre ya se ha conseguido en el laboratorio detener la enfermedad en los casos de lesiones renales, pulmonares y hepáticas,  o incluso una regeneración de los órganos. Los expertos más destacados están convencidos de que en el futuro las células madre se podrán emplear para atender úlceras crónicas, quemaduras de la piel, lesiones de la columna vertebral, etc.

Dr. Eberhard Lampeter

Inmunólogo e investigador especialista en diabetes.

Director Médico de VITA 34*

*VITA 34 es el laboratorio y crio-banco alemán de Secuvita S.L. Ambas compañías son parte del Grupo VITA 34 Internacional.