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Cómo actuar ante un golpe de calor y ante la deshidratación

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Con la llegada del verano y de las altas temperaturas, comenzamos a escuchar en los medios de comunicación, recomendaciones y campañas para evitar la deshidratación y los golpes de calor. Como padre, es una preocupación añadida en estas épocas del año, ya que los bebés, niños y adolescentes, son una población muy vulnerable. Pero, ¿cómo identifico el golpe de calor?, ¿y la deshidratación?, ¿qué hago en ambos casos si realmente están ocurriendo? Vamos a ver cómo actuar ante estas situaciones.

Definición de conceptos

Deshidratación: es la pérdida en el organismo de una importante cantidad de líquidos y de electrolitos (sodio, cloro, potasio, calcio, etc.)

 

Golpe de calor: también llamado insolación, es la elevación de la temperatura del cuerpo por encima de los 38º durante periodos de tiempo más o menos prolongados, debido a la exposición a fuentes de calor. Es muy frecuente en bebés y niños pequeños, por la exposición al sol sin protección adecuada (gorro).

 

sol golpe de calor Foto: Eduardo Amorim (Flickr)

Ambos casos se dan en muchas ocasiones de la mano, pero no siempre se dan juntos. La deshidratación puede originarse por otras causas como la diarrea y los vómitos producidos por una infección, sudoración profusa, fiebres o pérdidas excesivas por la orina (en el caso de diabéticos).

Prevención

Para prevenir la deshidratación infantil y en general, la recomendación más básica y efectiva, que os podemos dar, es que les deis muchos líquidos en los días más calurosos. Cuando son bebés aun, no os olvidéis de ofrecerles un biberón con agua de vez en cuando, aunque la lactancia le aporte el agua necesaria, ante el calor pierden mucho líquido que debe reponerse para evitar la deshidratación. Por la noche, si se despierta, y aunque sea un “castigo” para vosotros tener que levantaros, ofrecerle agua. Además, tened en cuenta, que si está malo, con fiebre, vómitos o diarrea, la necesidad de rehidratación será todavía mayor.

Para la prevención del golpe de calor lo mejor es evitar la exposición al sol, durante las horas centrales del día, y a otras fuentes de calor. Otros consejos muy útiles para evitar la insolación son:

  • Beber agua constantemente con el fin de evitar la deshidratación.
  • Si es más mayor no le dejéis que haga ejercicio físico intenso en las horas de pleno calor.
  • Llevarles siempre con ropas ligeras y de color claro (para reflejan los rayos del sol).
  • Darles comidas ligeras y evitando que tengan mucha grasa.
  • Que descansen de vez en cuando si están realizando actividad física.
  • Aclimatarles gradualmente al calor, no es conveniente, pasar de un sitio con aire acondicionado, de forma brusca a pleno sol.

Consecuencias


Deshidratación: somnolencia o excitabilidad, shock, oliguria o anuria, taquicardia, hipotensión, fiebre, coma, fallecimiento.

Golpe de calor: afectación del normal funcionamiento de distintos órganos corporales, entre ellos es muy sensible a las altas temperaturas, el cerebro; deshidratación, mareos, convulsiones, desorientación, inconsciencia, coma y fallecimiento.

Cómo reconocerlos: síntomas

Deshidratación

  • En bebés, las fontanelas del cráneo, se encuentran hundidas.
  • La piel está seca, y es especialmente significativa en ojos y labios. Si le pellizcas la piel, el doblez se queda marcado más tiempo. La boca y la lengua también estarán secas y ásperas.
  • Orina muy poco y las deposiciones son muy duras y secas.
  • La piel se vuelve muy pálida.
  • Puede estar muy parado, somnoliento, apático, o todo lo contrario.
  • Llora y esta irritable, y cuando le dais líquido, lo bebe con mucha ansiedad.
  • Puede llegar a tener fiebre.

Golpe de calor

 

  • Los síntomas neurológicos son normales: mareo, confusión, irritabilidad, inconsciencia y coma.
  • Al principio sudoración excesiva, posteriormente falta de sudoración por la deshidratación.
  • Dolor de cabeza, enrojecimiento y sequedad de la piel.
  • Aceleración del pulso, aunque éste es débil.
  • Comportamiento extraño.

Cómo debemos actuar ante una deshidratación

 

  • Darle líquidos, el agua es adecuada, pero estará perdiendo electrolitos también, por ello son mejores los sobres de rehidratación oral que venden en cualquier farmacia (ver el artículo llamado Botiquín básico que debes tener en tu casa, en él os los recomendaba entre otras muchas cosas). Estos traen ya los electrolitos, se deben mezclar con agua y les hay de distintos sabores para facilitárselo al niño.
  • Podemos “fabricar” en casa la famosa limonada o suero alcalino: coger 1 litro de agua, echarle el zumo de dos limones, una cucharadita de bicarbonato, una pizca de sal y una cucharada de azúcar. Lo mezcláis bien y se lo vais dando. Cualquier líquido que le deis (limonada alcalina, sobres de rehidratación o agua), dárselo siempre a pequeños sorbos (si es bebé, con jeringa o cucharita), si se lo damos a grandes tragos se puede producir el vómito, y sería peor el remedio que la enfermedad.
  • Cuidado con las bebidas isotónicas que se usan para rehidratar a los adultos después del ejercicio físico, suelen tener demasiados azúcares, aunque, si no tenéis otra cosa a mano, se lo podéis ir administrando hasta conseguir ayuda u otro líquido de los recomendados.
  • La cantidad de líquido que le deis, debe ser al menos tanta, como la que ha perdido. Fijaros en lo que ha podido sudar, orinar, etc.
  • Si está inconsciente, no debéis de darle líquidos jamás, estos pueden irse a las vías respiratorias y provocarle el ahogamiento.
  • Activar siempre al servicio de emergencias llamando al 112 o bien llevarle urgentemente a un centro sanitario.

niño hidratación

Foto: Laboratorio en movimiento (Flickr)

 

Cómo debemos actuar ante un golpe de calor o insolación

 

  • Ponerle en un lugar fresco y levantarle los pies ligeramente, para que la sangre vaya hacia la cabeza y los órganos vitales.
  • Activar al servicio de emergencias sanitarias, llamando al 112, o bien llevarle urgentemente a un centro sanitario.
  • Quitarle la ropa que podáis y humedecerle la piel con paños húmedos y frescos por distintas zonas (¡que no sea hielo directo!, no debe haber un cambio brusco en la temperatura del cuerpo), hay que lograr que su temperatura corporal baje gradualmente.
  • Si su temperatura corporal supera los 40º, habré que bañarle en agua fría, para bajarle la temperatura hasta los 38º, si lo conseguimos dejar de aplicarle frío. Aquí os debe recomendar un artículo llamado ¿Qué termómetro me compro?, en el que os explican cuáles son los distintos tipos de termómetros, sus características y cuáles son los más adecuados.
  • Conservad siempre, en la medida de lo que podáis, la calma, para transmitírsela a él/ella, pero actuar siempre lo más rápido posible.

Espero y confío en que la prevención la tengáis siempre presente, y nunca tengáis que llegar a aplicar consejos de tratamiento, ni avisar a las emergencias o acudir a un centro sanitario.

 

En caso contrario, espero que os sirvan los consejos. No olvidéis comentar en nuestra página de Facebook

 

Enlaces recomendados

 

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